Ya estamos, el 25 de abril se celebrará la 93ª edición de los Oscar, que hasta hace unos meses estaba en duda por Covid 19. Habrá muchas restricciones, pero lo que no cambia es el enorme despliegue publicitario que rodea a la kermesse, con cientos de millones de dólares puestos a disposición por prestigiosos patrocinadores que no se han echado atrás. Veremos si el público lo agradece, haciendo que la curva de audiencia, que tocó su mínimo histórico en 2020, vuelva a subir.
Por fin, la espera ha terminado. La 93ª edición de los Oscar, aplazada este año por la pandemia, se celebrará el 25 de abril de 2021. Naturalmente, la Academia tuvo que cambiar sus reglas ya que casi todas las películas que competían se distribuían vía streaming, en plataformas populares como Netflix, Prime Video y Disney+. Todo esto, sin embargo, parece no haber afectado a la magia y la ilusión que los prestigiosos premios representan para el mundo del cine desde hace casi un siglo. ¿Qué cambia, sin embargo, para los patrocinadores, los comerciales, la cadena ABC y todo el negocio que gira en torno a las estatuillas doradas más famosas del mundo?
Anuncio de los Oscar, 2 millones de dólares por 30 segundos de publicidad
El temor a que todo saltara por los aires estaba presente pero, afortunadamente, todo se desarrollará, con la debida cautela, al más puro estilo de Hollywood, aunque haya que prescindir del clásico y querido pre-show, de la alfombra roja y de todas las demás actividades paralelas que fascinan a millones de aficionados en todo el mundo. Nada cambia en el aspecto publicitario. El negocio de los Oscar es (con el de la Super Bowl) siempre uno de los más fructíferos en este sentido. El programa se ve hasta en 200 países y la exitosa cadena ABC siempre cobra entre 2 y 2,8 millones de dólares por un anuncio de 30 segundos durante el evento, aunque las empresas y marcas más famosas compiten por él. Si se tiene en cuenta que la facturación del año pasado fue de casi 130 millones de dólares, a pesar de la importante caída de espectadores (que también afecta a otras ceremonias de premios como los Grammy, los Emmy y los Globos de Oro), se entiende claramente que los mayores patrocinadores no hayan rehuido esta edición "particular". Hablamos de Verizon, que desembolsó 12,9 millones de dólares en 2020; Rolex, que le siguió con 11,3 millones y Cadillac, con 10,7 millones. Otros patrocinadores "de renombre" son: Adobe, Disney+, Colgate, FX. M&M's, McDonald's, Microsoft y The New York Times.
La curva de audiencia negativa y el hacha de las redes sociales
Es un hecho que la pérdida de audiencia de los Oscars -que comenzó, de hecho, incluso antes del CoViD19- va de la mano del espantoso crecimiento de la popularidad (y del número) de las plataformas de streaming, y del giro negativo de las personas de 18 a 49 años. Es obvio que es precisamente la cuenca por la que más apuestan los anunciantes, pero en este caso son las redes sociales las que han puesto su peso, el verdadero imán que los ha atraído borrando casi por completo el halo de misterio que rodea a las estrellas, sus looks, sus discursos, todo desvelado de antemano en Facebook, Instagram y Twitter. Además, en esta edición de 2021, los títulos en la categoría de mejor película (Nomadland, Una mujer prometedora, El padre - Nada es lo que parece, Judas y el Mesías Negro, Mank, Minari, El juicio de los 7 de Chicago y Sound of Metal) tuvieron un seguimiento muy anodino, a pesar de la programación en streaming o de los escasos días que se estrenaron en las salas, lo que hundió aún más el interés.
La baja de 2020 para ser revertida
Llegados a este punto, se espera que, precisamente por ser una edición muy "original", el público la siga con mayor interés. Como ya se ha dicho, la caída libre de las audiencias de la Noche de los Óscar se produjo en 2020, cuando el número de espectadores pegados al televisor para ver a sus favoritos fue de 23,6 millones, el mínimo histórico, mientras que la más exitosa de los últimos 10 años fue la edición de 2014, que emocionó a 43,7 millones de espectadores. El misterio se desvelará el 26 de abril, el Día Después, cuando, con los datos en la mano, veamos si los millones no son sólo los de la industria publicitaria, sino también los de los que siguen amando el gran cine.